Escultor españolNacido el 1 de Octubre de 1952 en Soria, es el tercer hijo de Pedro González de Marco (El Chuleto) y Ángeles Gil Gascón, carniceros de profesión. Su pasión por el dibujo le vie
ne desde muy pequeño y en la adolescencia asistirá a las clases de La Escuela de Arte de Soria, pero no comenzará en escultura hasta que termina el servicio militar y se desplaza a Barcelona, ciudad en donde permanecerá 11 años, (1974-1985). Es en estos años cuando se casa con Maria del Carmen Gómez Marcos con la que tiene dos hijos, Asdrúbal (1981) y Tagore (1984).
Durante su estancia en la Ciudad Condal, estudia en la Escuela Massana y en la Facultad de Bellas Artes. Además de trabajar en diversos trabajos para sacar a su familia adelante, realiza numerosas exposiciones y participa en infinidad de actos relacionados con las artes plásticas y con los planteamientos políticos en la época de la transición.
En Barcelona es donde empieza a realizar sus primeras piezas escultóricas, primeramente esculto-pinturas para pasar muy pronto a producir volúmenes exentos. Firmará como “DE MARCO GASCÓN” pseudónimo que utiliza hasta 1987, cambiando a su nombre actual coincidiendo con una exposición en Formentera.
El mar Mediterráneo le influirá en principio en la realización de sus primeras composiciones, realizadas con piedras que arroja el mar a la playa pulidas y erosionadas. Su investigación será constante tomando como base el concepto geométrico pero sin dejar de lado a la forma natural.
En el 1985 se desplaza a la Isla de Ibiza en donde ejercerá de profesor y Director de la Escuela de Arte de la localidad.
En 1988 nuevo giro hacia La Rioja, donde será Director en la Escuela Superior de Diseño.
ne desde muy pequeño y en la adolescencia asistirá a las clases de La Escuela de Arte de Soria, pero no comenzará en escultura hasta que termina el servicio militar y se desplaza a Barcelona, ciudad en donde permanecerá 11 años, (1974-1985). Es en estos años cuando se casa con Maria del Carmen Gómez Marcos con la que tiene dos hijos, Asdrúbal (1981) y Tagore (1984).Durante su estancia en la Ciudad Condal, estudia en la Escuela Massana y en la Facultad de Bellas Artes. Además de trabajar en diversos trabajos para sacar a su familia adelante, realiza numerosas exposiciones y participa en infinidad de actos relacionados con las artes plásticas y con los planteamientos políticos en la época de la transición.
En Barcelona es donde empieza a realizar sus primeras piezas escultóricas, primeramente esculto-pinturas para pasar muy pronto a producir volúmenes exentos. Firmará como “DE MARCO GASCÓN” pseudónimo que utiliza hasta 1987, cambiando a su nombre actual coincidiendo con una exposición en Formentera.
El mar Mediterráneo le influirá en principio en la realización de sus primeras composiciones, realizadas con piedras que arroja el mar a la playa pulidas y erosionadas. Su investigación será constante tomando como base el concepto geométrico pero sin dejar de lado a la forma natural.
En el 1985 se desplaza a la Isla de Ibiza en donde ejercerá de profesor y Director de la Escuela de Arte de la localidad.
En 1988 nuevo giro hacia La Rioja, donde será Director en la Escuela Superior de Diseño.
LOS INICIOS ARTÍSTICOS
La evolución artística de Ricardo González Gil es peculiar pero, al contrario de lo que se pueda observar en sus diferentes etapas de forma superficial, coherente.
Sus inicios no son del ámbito de la escultura, algo que sucederá en un momento de madurez de sus conceptos creativos, sino que sus primeras realizaciones son dibujos en tinta china, con fuertes reminiscencias figurativas que grosso modo podríamos decir que influenciadas por el expresionismo.
Aquellos trabajos primeros se presentarán en el año 1973 en la Galería SAAS de Soria,
Este mismo año pasará a ser una fecha importante porque será cuando se produzca su primer acercamiento, aunqu
e todavía breve, a la escultura. Su quehacer informalista dentro de la pintura, en su versión matérica. Comenzará preocupándose por las texturas, que lógicamente serán muy matéricas utilizando como base para su trabajo, madera y hierro, generalmente en grandes dimensiones, forradas de arpillera y juntamente con pigmentos envolverá material de construcción triturado. A veces integrará objetos, pero “ocultará” su presencia, es decir, conseguirá la tridimensionalidad mediante la colocación del objeto sobre la tabla o el hierro recubierto con arpillera. Será su serie de "escultopinturas"
En extrañas ocasiones, realizó l´assemblage directo de objetos encontrados al azar. Eso será algo extraordinario y muy casual, pero en esta actitud, tenemos que ver un paso importantísimo que lo llevará a lo que será su siguiente etapa creativa que coincidirá con su llegada a Barcelona a mediados de 1975.
DEL OBJETO A LA ESCULTURA
A partir de ahora el interés del artista por el objeto marcará su actividad creadora. Este interés se manifestará en su trabajo “Recol-leció” que él designará “pedres de platja”, Pero que realmente son ladrillos erosionados por la acción del mar y que todos tienen en común el distintivo de presentar un agujero en el medio. Después de recoger estas piezas, pasará a colocarlas en sus cuadros –que cada vez serán más- y las agrupará de forma que siempre ocuparán una zona concreta dentro de la composición, conformando una concentración objectual.
Sin duda, este querer del artista está conectado a la filosofía del llamado "objeto trouvée". Este término a pesar de ser de reciente implantación, sus orígenes se tienen que buscar en la revolución artística que fue el movimiento Dadá y su pasión hacia los objetos. Ya los "ready-made" de Marcel Duchamp demostraron que el acto de escoger un objeto era algo equivalente al acto de crearlo. Hay que hacer una reflexión respecto del objeto "escogido" por Ricardo González. Curiosamente, su atención se detiene en un objeto artificial, que ha sido transformado por un elemento natural -el mar-, imponiéndole una nueva forma que significa la pérdida de su funcionalidad originaria; de todas formas, y a pesar de esta desvinculación funcional, el escultor se sirve igualmente de estos objetos -en principio constructivos- para la construcción de una nueva realidad.
En la actitud del artista que nos ocupa hacia la recol-lecció de objetos, tenemos que ver una actitud generalizada entre los artistas del s.XX, "los mejores artistas contemporáneos han advertido de modo preciso y clarividente ese valor recóndito de los objetos humildes, sean naturales o artificiales (...) Sería extenso hablar del mundo del objeto y la estética de nuestro siglo, relacionándolo con este caso concreto, pero las palabras de en J.E. Cirlot son suficientemente ilustrativas como para deducir que no se trata de algo anecdótico, sino más bien complejo. A principios de 1976 se produce ya su "debut" en la escultura. De esta nueva realidad que él crea y que designa como "esculto-pintures", abstraerá los objetos -añicos de ladrillo erosionados- que pasarán a ser auténticas esculturas. El artista presenta un talante absolutamente informalista, si entendemos que el informalismo "se basa no en los elementos tomados directamente de la realidad, sino en la selección de éstos, veremos que González llega a la escultura mediante la abstracción de los elementos de un contexto no vinculado directamente con la realidad, sino creado por él.
Las esculturas de este periodo serán construcciones que repetirán el mismo módulo constructivo, cogiendo formas diversas. A veces con predominio de la horizontalidad, otras de la verticalidad, colocando siempre las piezas sobre una peana.
LAS SERIES ESCULTÓRICAS
La evolución artística de Ricardo González Gil es peculiar pero, al contrario de lo que se pueda observar en sus diferentes etapas de forma superficial, coherente.
Sus inicios no son del ámbito de la escultura, algo que sucederá en un momento de madurez de sus conceptos creativos, sino que sus primeras realizaciones son dibujos en tinta china, con fuertes reminiscencias figurativas que grosso modo podríamos decir que influenciadas por el expresionismo.
Aquellos trabajos primeros se presentarán en el año 1973 en la Galería SAAS de Soria,
Este mismo año pasará a ser una fecha importante porque será cuando se produzca su primer acercamiento, aunqu
e todavía breve, a la escultura. Su quehacer informalista dentro de la pintura, en su versión matérica. Comenzará preocupándose por las texturas, que lógicamente serán muy matéricas utilizando como base para su trabajo, madera y hierro, generalmente en grandes dimensiones, forradas de arpillera y juntamente con pigmentos envolverá material de construcción triturado. A veces integrará objetos, pero “ocultará” su presencia, es decir, conseguirá la tridimensionalidad mediante la colocación del objeto sobre la tabla o el hierro recubierto con arpillera. Será su serie de "escultopinturas"En extrañas ocasiones, realizó l´assemblage directo de objetos encontrados al azar. Eso será algo extraordinario y muy casual, pero en esta actitud, tenemos que ver un paso importantísimo que lo llevará a lo que será su siguiente etapa creativa que coincidirá con su llegada a Barcelona a mediados de 1975.
DEL OBJETO A LA ESCULTURA
A partir de ahora el interés del artista por el objeto marcará su actividad creadora. Este interés se manifestará en su trabajo “Recol-leció” que él designará “pedres de platja”, Pero que realmente son ladrillos erosionados por la acción del mar y que todos tienen en común el distintivo de presentar un agujero en el medio. Después de recoger estas piezas, pasará a colocarlas en sus cuadros –que cada vez serán más- y las agrupará de forma que siempre ocuparán una zona concreta dentro de la composición, conformando una concentración objectual.
Sin duda, este querer del artista está conectado a la filosofía del llamado "objeto trouvée". Este término a pesar de ser de reciente implantación, sus orígenes se tienen que buscar en la revolución artística que fue el movimiento Dadá y su pasión hacia los objetos. Ya los "ready-made" de Marcel Duchamp demostraron que el acto de escoger un objeto era algo equivalente al acto de crearlo. Hay que hacer una reflexión respecto del objeto "escogido" por Ricardo González. Curiosamente, su atención se detiene en un objeto artificial, que ha sido transformado por un elemento natural -el mar-, imponiéndole una nueva forma que significa la pérdida de su funcionalidad originaria; de todas formas, y a pesar de esta desvinculación funcional, el escultor se sirve igualmente de estos objetos -en principio constructivos- para la construcción de una nueva realidad.
En la actitud del artista que nos ocupa hacia la recol-lecció de objetos, tenemos que ver una actitud generalizada entre los artistas del s.XX, "los mejores artistas contemporáneos han advertido de modo preciso y clarividente ese valor recóndito de los objetos humildes, sean naturales o artificiales (...) Sería extenso hablar del mundo del objeto y la estética de nuestro siglo, relacionándolo con este caso concreto, pero las palabras de en J.E. Cirlot son suficientemente ilustrativas como para deducir que no se trata de algo anecdótico, sino más bien complejo. A principios de 1976 se produce ya su "debut" en la escultura. De esta nueva realidad que él crea y que designa como "esculto-pintures", abstraerá los objetos -añicos de ladrillo erosionados- que pasarán a ser auténticas esculturas. El artista presenta un talante absolutamente informalista, si entendemos que el informalismo "se basa no en los elementos tomados directamente de la realidad, sino en la selección de éstos, veremos que González llega a la escultura mediante la abstracción de los elementos de un contexto no vinculado directamente con la realidad, sino creado por él.
Las esculturas de este periodo serán construcciones que repetirán el mismo módulo constructivo, cogiendo formas diversas. A veces con predominio de la horizontalidad, otras de la verticalidad, colocando siempre las piezas sobre una peana.
LAS SERIES ESCULTÓRICAS
El "descubrimiento" de la escultura, también significa la utilización de nuevos materiales para su trabajo, más propios -por tradición- de estas artes. Así el año 1977 empieza la serie “Mediterráneo", realizada en mármol, granito, travertino…
En observar esta nueva etapa se evidencia la materialización de algunas de las teorías que han revolucionado la escultura contemporánea, pero de forma muy especial, considerar -como manifestó el escultor Alexander Archipenko, al principio de este siglo- la escultura no tan sólo como la irrupción de la materia en el espacio, sino descubrir que el espacio que rodea la materia es también un elemento integrante de la composición escultórica.
Precisamente esta serie se inicia en el descubrimiento, y posterior trabajo, del espacio que habían creado sus primeras realizaciones. Se podría casi hablar de un trabajo "en negativo". Aquellos contornos curvilíneos van a crear un espacio/vacío/hueco que incita al artista a materializarlo.
El año 1981 el artista iniciará otra serie "Desdoblamientos".
Precisamente esta serie se inicia en el descubrimiento, y posterior trabajo, del espacio que habían creado sus primeras realizaciones. Se podría casi hablar de un trabajo "en negativo". Aquellos contornos curvilíneos van a crear un espacio/vacío/hueco que incita al artista a materializarlo.
El año 1981 el artista iniciará otra serie "Desdoblamientos".
Esta nueva etapa significará un cambio bastante importante respecto del anterior. Aparece su interés por la geometría, la integración del espacio dentro de la composición y la práctica desaparición de las formas curvas.
Las esculturas toman ahora como base material, láminas de mármol finísimas, que cogerán formas que pondrán de manifiesto un equilibrio de difícil consecución, casi imposible, que parecen querer desafiar las leyes de la Física.
En 1983 Ricardo González inicia una nueva serie, "Architectonic Parsing", el propio nombre es ya ilustrativo de la intención del artista al iniciar esta serie, se trata de auténticas maquetas susceptibles de ser integrado en la arquitectura o en la ingeniería.
La “línea rectilínea” le acompañará a lo largo de su vida. El zig-zag será su constante.
Tenemos que decir que el artista continúa fiel a "sus" materiales, el alabastro, el travertino, el mármol y el granito. Este hecho no tiene que pasar inadvertido, porque de los muchos materiales entre los cuales escoger -hoy prácticamente infinitos- él escoge los antes mencionados, que son per se portadores de un simbolismo que nos sugiere, lo eterno, aquello que es perenne, rígido, y por lo tanto inamovible, y precisamente en ellos efectuará cambios, a veces inimaginables, como si nos quisiera dar a entender que cualquier transformación es posible si existe la voluntad de llevarla a cabo. Al margen de estas series, tenemos que decir que Ricardo González ha realizado otras obras de carácter más conceptual, Así como "performances", que vendrán a ser el exponente de una trayectoria paralela a la propiamente escultórica
Tenemos que decir que el artista continúa fiel a "sus" materiales, el alabastro, el travertino, el mármol y el granito. Este hecho no tiene que pasar inadvertido, porque de los muchos materiales entre los cuales escoger -hoy prácticamente infinitos- él escoge los antes mencionados, que son per se portadores de un simbolismo que nos sugiere, lo eterno, aquello que es perenne, rígido, y por lo tanto inamovible, y precisamente en ellos efectuará cambios, a veces inimaginables, como si nos quisiera dar a entender que cualquier transformación es posible si existe la voluntad de llevarla a cabo. Al margen de estas series, tenemos que decir que Ricardo González ha realizado otras obras de carácter más conceptual, Así como "performances", que vendrán a ser el exponente de una trayectoria paralela a la propiamente escultórica
-más purista- que lo sitúa en la línea ideológica de los creadores para los que el arte es una forma de vida.
No podemos obviar la obra "El Muro" presentada el año 1987, en una exposición col-lectiva en Ibiza, la cual fue realizada con 50 años de Boletines Oficiales del Estado, o las "instalaciones" de campo o de interior,
todas ellas majestuosas.
Su serie “Divertimento” 2000, nos llevará a la reflexión que desde hace unos años desarrolla a través del hierro o bronce. Más de 50 elementos escultóricos conforman la serie; sin abandonar su búsqueda desde la geometría más pura, se adueñará del agua para hacerla brotar del hierro o retorcerá el acero hasta sus máximas manifestaciones formales.Sus nuevas series “Architectonic Parsing II y III”
profundizan en el minimalismo más puro con la constante geométrica que define su trayectoria escultórica.
Los “Silencios del agua” del año 2002 que realiza para conmemorar su 50 aniversario de vida es un análisis de lo acontecido hasta la fecha. El hierro forja la simbiosis de su investigación.
“Barricas” o “Medieval” realizadas íntegramente en hierro y acero inoxidable irán paralelas en su consecución de la verdad escultórica.
Los elementos urbanos son otro reflejo de su inquietante e intenso trabajo.
parte del texto de Rosa Rodriguez Branchat (Jornadas de Arte Contemporáneo en Formentera)
